Diferencias entre energía solar térmica y fotovoltaica
Cada vez es más común dado el aumento del precio de la energía eléctrica que muchos hogares españoles se estén planteando la instalación y uso de energía procedente del Sol. Además de que se ve aumentado el compromiso de las personas como una alternativa de energía más limpia y respetuosa con el medio ambiente.
Para utilizar la energía solar en cualquier edificio como hogares, hoteles, centros deportivos y otros lugares podemos hacerlo gracias a dos tecnologías o formas distintas de transformar la energía del Sol. Hablamos de la energía solar fotovoltaica y energía solar térmica, de las que os queremos comentar las diferencias.
Lo que cada tipo de energía coge del Sol
Es importante para conocer las diferencias empezar por la primera, en este caso cada tipo de energía coge del Sol una cosa que lo convierte en energía.
La energía solar térmica aprovecha el calor que genera el Sol a través de paneles solares térmicos. La energía solar fotovoltaica aprovecha la luz del Sol (la radiación) a través de placas solares fotovoltaicas.
La forma de almacenar la energía obtenida del Sol
Otra de las diferencias y casi la más importante es la forma en la que almacenamos la energía obtenida de ambas formas.
La energía solar térmica calienta líquidos que se almacenan en depósitos ya calientes. La energía solar fotovoltaica almacena la energía en baterías para que pueda ser usada en cualquier instalación eléctrica.
Usos de energía solar térmica y fotovoltaica
Ahora vamos con otra diferencia también principal es el tipo de uso que se da a la energía obtenida de las diferentes formas.
Cuando hablamos de energía solar térmica como lo que obtiene del Sol es el calor, este es utilizado para calentar fluidos. Estos fluidos se almacenan en depósitos de agua caliente que posteriormente se pueden utilizar para el uso en ACS (agua caliente sanitaria) y para la climatización de casas o edificios. Gracias a la energía solar térmica obtenemos una calefacción limpia y sostenible que las que se obtienen a través de combustibles fósiles como el gasoil o el gas.
La energía solar fotovoltaica es de las más utilizadas últimamente, ya que aprovechando la luz del Sol (la radiación) y almacenándola en baterías nos da la posibilidad de utilizar la energía dentro de cualquier hogar o edificio para lo que se necesite como por ejemplo aparatos eléctricos principalmente.
La principal diferencia entonces radica en la forma de transformar la energía del Sol. Como hemos comentado anteriormente, la energía solar térmica absorbe la energía del Sol para transformarla en calor y la fotovoltaica la transforma en electricidad. Al fin de cuentas ambas generan electricidad, pero en la fotovoltaica se almacena de forma directa y en la térmica se almacena calentando fluidos.
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